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domingo, 21 de septiembre de 2014

A buen entendedor, el silencio.

Bueno, si quisiera comenzar por el principio sería bastante difícil porque la sucesión de acciones que nos llevaron a conocernos es casi infinita, muchos sabemos que todo está conectado y que cada acción tiene una reacción, por lo tanto si tuviera que definir una acción de manera arbitraria diría que fue cuando escribí un tweet y tal como lo dijo mi abuela hace ya muchos años "Escribiendo conocerás a tu mujer" y bien dicho, así fue. Escribí "A buen entendedor, el silencio" y al retuitearse tantas veces llegó a ojos de quien desconocía yo en ese momento y que hoy es mi amada mujer, La prínciPa. Pues si, en aquel entonces estaba yo en Santiago de Chile pasando por un momento de cambio (que siempre está latente), estaba aburrido de trabajar en televisión, llevaba unos meses retirado y me había volcado intensamente al estudio de manera autodidacta de la terapia Gestalt y de distintas otras formas de conocer la mente y el alma humana. La psicología me ha gustado siempre, pero sobre todo el misticismo y las experiencias que nos llevan al cambio. Desde hace unos años antes que venía escribiendo en las redes sociales con la intensión de volcar en palabras lo que experimentaba, lo que aprendía y lo que sentía. Y a mediados de marzo del 2013 escribí ese tweet que viajó por internet hasta que llegó a Madrid, España para llamar la atención de una mujer que al poco tiempo después llamaría mi atención por completo.
Así fue, resulta que al tiempo después ella me seguía y siendo bien honesto decidí seguirla porque al ver su perfil me gustó lo que escribía y al ver su foto - donde no veía su rostro - me gustó aún más al verla pintar en un muro mostrando sus tatuajes. No lo negaré, me pareció muy atractiva pero solo quise llegar hasta ahí sin mayores intensiones, y considerando que era de Madrid era bastante difícil que algo más interesante sucediera. (pues esa era la manera limitante de pensar que tenía respecto a este tipo de relaciones, ya verán como todo eso cambia)

Quiero dejar hasta aquí porque me gustaría proponer que La prìnciPa continúe o agregue lo que quiera. Creo que sería interesante saber desde su propia narración aquello que vivió ella o que quizá yo sin darme cuenta he omitido.

Pues bien, a esperar que dice mi amada mujer.

Un abrazo para todos.

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